Por Alexander Cardona
Esta semana vi un twit que decía, recuperar con tributos algo que los corruptos se robaron, es robar al pueblo dos veces, personalmente creo que es así, y eso es lo que pasa en Armenia, los corruptos se robaron la plata de la valorización y ahora otros quieren sacarnos el dinero con un ilegal cobro. Pero más allá de esta situación debemos revisar los métodos que usan para hacerlo, pues nuestra ciudad está llena de gente buena y noble, pero algunos en la administración abusan de esta condición para lograr sus resultados, como digo son algunos, pues no sería justo, ni veraz generalizar sobre esta situación.
El problema es usar el engañó y la mentira para realizar las gestiones públicas y administrativas
Miremos algunos engaños, iniciando por el alcalde, él dice en todos los medios de comunicación que le están enviado a las casas de los contribuyentes de la valorización, lo que él denomina como un «recordatorio», para que la gente no tenga temor y haga lo que les piden sin pensar, claro si es un recordatorio no pasa nada, pero la realidad es que es un mandamiento de pago, es una orden de la autoridad tributaria y sobre todo es el paso previo para embargar, secuestrar y rematar los bienes afectados por Valorización, pues esto es lo establece la ley. Pero qué podemos esperar, si sobre este tema todo han sido mentiras, mintieron en la campaña, en el programa de gobierno y en el plan de desarrollo, pues en todos, según el alcalde, la valorización no se ejecutaría. También mienten hoy sobre la prescripción y mienten sobre que era una obligación avanzar en las obras, cuando el proyecto se podía liquidar en el estado que se encontraba.
En cambio, los ciudadanos han sido leales con su ciudad, aun sabiendo el carácter de los que nos gobiernan. He visto personas que retiraron sus cesantías, hicieron créditos, dejaron algún proyecto de lado, unos estudios, vacaciones con su familia o simplemente vieron disminuir su patrimonio para pagar la contribución de valorización.
Al parecer mentir para lograr, es la bandera con la valorización, no importa a quien, el hecho es que firme el mandamiento de pago y si así lo hace la cabeza de la administración, ¿por qué no los mandos medios?
Esta semana pude ver el caso de una mujer mayor, quien tiene que ver por su madre, una señora ya centenaria, ella se acercó a la casilla de valorización en la alcaldía, con el temor de que por esa deuda se viera afectada la propiedad de su predio, ya antes había pedido un crédito para cancelar el impuesto predial, el cual con dificultad paga mes a mes, casi que, arriesgando su mínimo vital, pues sus ingresos vendiendo almuerzos no le dan para más. Y al preguntar en la mencionada casilla le sacan el tal mandamiento (recordatorio según el Alcalde), de esa deuda que ya está prescrita y le dicen que firme, tranquila, que es un procedimiento normal, sin explicarle sobre los efectos de aceptación de la deuda que conlleva dicha firma en el procedimiento tributario.
No saben el dolor y la impotencia de la señora al explicarle que dicha deuda estaba prescrita, que con esa firma, de la cual no le explicaron en la alcaldía su efecto, revivió una deuda ya incobrable para el municipio.
Mentir para un fin, cobrarnos ilegalmente un tributo, para que al final el dinero no alcance para hacer las obras, unas obras que hoy no existen, que no existirán en el futuro y que cuyo efecto es que solo se aumente el capital de la deuda y se paguen más intereses al banco. De verdad, que nos están robando otra vez.